jueves, 28 de marzo de 2013

Comentarios acerca del programa Hermano Mayor

                                       


Vi el otro día en la tele "Hermano Mayor", un programa en el que un deportista que cayó en temas de drogas y mala vida con la autodestrucción que significa, quiere, una vez recompuesto y recuperado, ayudar a jóvenes que viven con sus familias situaciones muy conflictivas (peleas, destructividad, malos tratos, relaciones pésimas...)

Respeto el trabajo de Pedro, (creo que se llama así, aunque no recuerdo su apellido), no lo veo mal y me parece loable su labor. Eso de entrada.


Sí quisiera señalar de todos modos algunos puntos que hacen que ese programa lleve a la confusión y no me parece saludable ni que aporte claridad a las familias que se encuentren en situaciones parecidas a las que aparecen en pantalla. Me refiero al que he se ha emitido recientemente, pero he visto otros y la tónica es la misma.

- El joven aparece siempre como el culpable. En el caso del pasado viernes, una madre, con una hija adolescente, que la maltrata (la hija a la madre), claramente se le va diciendo a la hija lo que ha hecho su madre por ella y lo poco que se lo agradece. Qué me llega a mí: una chica asustada, que está sacando como puede un profundo rencor hacia su madre, que no estuvo con ella en su infancia (la crió la abuela), y que ahora que quiere la madre recuperar la relación, la joven no lo acepta así como así.

- No se miran las causas del comportamiento del joven. Se toma el síntoma, muy llamativo (supongo que en la tele eso también debe vender mucho, porque son escenas de gritos, peleas, puñetazos y destructividad a montones). Sin embargo, el por qué no sale nunca. Él o ella es así. Sin más.

- Las soluciones van enfocadas a arreglar esa conducta desadaptada. A veces se integra en ésto a los padres, un poco... pero es en general un abordaje unidireccional donde lo que importa es arreglar el síntoma.

Bien, yo no entiendo un abordaje verdadero de la situación si no es teniendo en cuenta:

- La familia es un sistema, cuando sucede algo, un conflicto, el síntoma puede aparecer y suele aparecer en el miembro más débil de dicho sistema. En estos casos, los chicos y chicas. Los padres tienen una responsabilidad en lo que sucede. Nadie es culpable, pero responsabilidad sí hay. Y hay que saberlo ver y reconocer. No cae del cielo una drogadicción, no cae del cielo la destructividad ni las ganas de aislarse, ni el odio...

- Se han de tener conocimiento de las etapas evolutivas, desde niños a adolescentes. Muchos y muy buenos expertos en educación lo han hecho, y no sólo de un determinado enfoque. Sabemos desde la psicología evolutiva que el hombre es resultado del niño que fue, del bebé que fue... Sabemos cómo de importante es el nacimiento y el primer año de vida, y así también los siguientes primeros años. Sabemos de la memoria corporal, de cómo quedan grabadas sensaciones en el cuerpo mucho antes de que aprendiéramos a hablar... Se sabe y la neurociencia puede dar hoy día buena cuenta de ello. Y se conoce también cómo hay en la adolescencia un shock corporal que hace que despierten "fantasmas dormidos" y que es una oportunidad para compensar y arreglar, desde el acompañamiento. ¿Entonces?. Esa madre que dejó a su hija, igual no tuvo otro remedio, pero la chica, desde su desespero, estaba conectadísima con su sufrimiento y de esta manera le gritaba, desde el gran contacto con su realidad: "¿ahora qué quieres?¡tú no estuviste, te fuiste, no eres mi madreeee!". Esos gritos no eran porque sí, ni producto del capricho.

- El "te entiendo". No vamos a solucionar nada realmente si no es acercándonos a los chavales y chavalas desde esa empatía que deberíamos tener hacia ellos.

- Hay que encontrar espacios y tiempos para canalizar esa agresividad, que es el comportamiento que más aparece, o mejor dicho, canalizar los sentimientos en general. ¿Qué va a hacer un chico cuando ya se ha "reeducado"?, ¿qué hace con su rabia?. Desde esta intervención de Pedro se le dan herramientas para que se autoconvenza de que así no va a ninguna parte pero, entonces, repito, ¿qué hace con su sentimiento?, ¿se lo traga más profundamente?. No es saludable, hay que darle la oportunidad de sacar y que encuentre al adulto que le ayude a eso.

Claro que se ha de llegar a la armonía, a relaciones satisfactorias desde el amor, se les ha de decir a estos chicos que esos caminos no son, que no les va a ayudar determinada actitud. En eso sí estoy de acuerdo.

                                        




domingo, 3 de marzo de 2013

la mochila de Shakira

Veo en una foto que la cantante ha colgado en su twiter, que ésta chica, que me cae muy bien por cierto, lleva a su bebé recién nacido en una mochila y está en el fútbol. Guapita, modernita, muy echá p'alante, orgullosa mamá con su cachorrito... Peeeero, vaya, ésta chica de la que me llega que viene de ambientes sencillos, chica de los "pies descalzos", los contorneos, y la sensualidad a tope, ésa, va y mete a su bebito en una mochila para más mayores. Le cuelgan los pies y el cuello dudosamente está recogido.
Bueno, podemos achacarlo a la falta de desconocimiento. Vale. También resulta que han llevado ella y su pareja al bebé en el coche de forma, parece ser, juzgada como inadecuada por cierta asociación relacionada con los accidentes de médula... Vaya, pobres, no paramos de meternos con ellos...


Bueno, yo, desde aquí, me fijo en la mochila, lo del coche no lo sé. Y me apetece dejar aquí constancia, por si puede ayudar, de la importancia de tener contacto con las necesidades reales de nuestras criaturas desde que nacen. Un pequeñajo, al nacer, necesita todo el recogimiento, darle el ambiente y el entorno, durante los siguientes nueve meses, lo más parecido al útero materno. Las mochilas, por tanto, han de recoger al máximo al cuerpito, que mejor ha de estar en horizontal, para que su columna descanse. Hay unas mochilas, de tela muy elástica, que así lo hacen. Se trata de acompañar los procesos naturales, y no forzar posturas que luego van a cargar las vértebras y la musculatura. Me apenó igualmente, dicho sea de paso, escuchar que habían programado una cesárea para que coincidiera el nacimiento con los cumples de los progenitores... No sé si es cierto, pero si es así, qué desaire para la chica del ritmo hacia el ritmo natural del maravilloso proceso de una criatura preparándose para nacer... vía vaginal si es posible... En fin... como dice mi abuela, (y si eso ha sido así, que creo que sí ha sido así), se me "cayeron los palos del sombrajo"... ¿No se puede ser rico y conectado? ¿no se puede ser famoso y vibrar con la vida?. ¿?

sábado, 2 de marzo de 2013

REFLEXIONES SOBRE EL PLACER Y EL DISFRUTE

SOBRE EL PLACER 

Placer es una palabra poco utilizada en español. Sí utilizada en italiano muchísimo más con el "ti piace o no ti piace" para variadas situaciones. Aquí la vemos muchas veces improcedente, incorrecta, irreverente... que no aplica, vamos. La asociamos con sexo pero en el sentido estricto y limitado del acto carnal de penetración. Poco más.
"¿Te da placer?". Uffff, qué pregunta, no hay muchos más contextos en los que se pueda utilizar. Y yo quisiera llevar a la reflexión del por qué no. Eso, ¿por qué no?, ¿por qué no podemos decir tranquilamente que da placer comer un helado, pasear o pegarse un buen baño?. Porque nos acercamos al mal entendido... ¿y qué mal entendido?. 
Parece que el goce tiene la connotación de culpabilidad y que además no nos lo podemos permitir así como así. Podemos fanfarronear de que trabajamos un montón y de que nos hemos machacado lo indecible, eso queda bien, pero no nos vamos a sentir igual si expresamos directamente que algo nos ha hecho disfrutar mucho, muchísimo. El disfrute ha de ser comedido porque no está bien visto. 


Venimos de una larga tradición en donde nos han tatuado el alma con eso de que la vida es un valle de lágrimas y tan a dentro lo tenemos, aunque ahora queda más sutil, menos visible, tanto nos ha ido calando desde pequeños, que parece que es consustancial a nosotros. 
Placer... es bella palabra. Por placer es que deberíamos hacer las cosas, por placer y deseo. Placer por todo, desde siempre, por el mero hecho de estar vivos y sentirnos así. Placer del movimiento, de construir cosas, de jugar, de comunicarnos, explorar, ir hacia el otro...
Reivindico esta palabra y lo que significa, para que la tengamos presente y tengamos muy en cuenta también cómo deberíamos enfocar nuestras formas de vivir. Se puede estar de muchas maneras, tendremos en la vida trabas y contratiempos, pero nada debería desviarnos y despistarnos de algo realmente importante. El placer. 
Potencial de placer que podemos tener casi intacto cuando somos bebés y que vamos mermando. 
En estos tiempos de miedos y paranoias, metamos el placer en nuestra cotidianidad. Atrevámonos a observar qué nos apetece realmente y démonoslo.