Seguimos la segunda sesión con la importancia de las miradas. Crecemos de cabeza a pies, en los primeros momentos son funcionales los primeros segmentos corporales, en donde están los telereceptores. Somos todo ojos y boca, tenemos el oído funcionando ya desde antes de nacer, y nos llegan los olores seguramente más que nunca. A partir de ahí iremos madurando el sistema nervioso y muscularmente estaremos preparados para mover las manos de forma coordinada en unos meses más.
Los ojos buscan de seguida al otro, a esos otros ojos, esa otra cara que es la traductora de lo que está pasando en el mundo. La primera distancia es la que va desde los ojos del bebé cogido al pecho hasta la cara de mamá. Esa distancia es la funcional. A partir de ahí se trabaja el mirar, adquiere pleno sentido y es la base de un estar conmigo y estar con el otro. Ese otro, esa primera relación que devuelve al bebé a su ser, le da presencia, desde el momento en que sonríe y contesta con ternura e intensa carga emocional a las llamadas del pequeño.