domingo, 15 de febrero de 2015

sombras de Grey y "la pertenencia"


Quería hace tiempo hablar del sentido de pertenencia y de los problemas que puede tener la carencia del mismo. Los problemas y la terribles confusiones que puede crear. Me llega esa idea, ese sentir, y le doy vueltas a ello. Me lo hace ver una persona muy cercana y es uno de esos regalos de la vida, una de esas perlas que de vez en cuando recibo de otro. Y da mucho de sí.

No solemos tener nadie el sentido de pertenencia como saludablemente deberíamos. Y no lo hemos podido tener porque la primera relación simbiótica, nuestra primera pareja, la persona con la que iniciamos nuestro primer diálogo piel con piel, mirada con mirada, olor con olor... esa, no supo recogernos como cachorro humano que fuimos, lamernos, acariciarnos, acurrucarnos... poseernos. A ella pertenecimos, pero empezó a sentirnos "aliens", ajenos, antes de que empezásemos a entrar en nuestra propia identidad. Algo así decía María Montero-Ríos en su "Saltando las olas", el "otro" o "la otra" mejor dicho, empieza a alejarse de nosotros cuando aún no nos sentimos diferenciados de ella. Esto está siendo así demasiado frecuentemente. Y algo se torció ahí, algo no terminamos de integrar de forma suficientemente saludable.
Pertenecer a otro... no sabemos qué es eso. Quizás nos quedan algunos ramalazos, reminiscencias corporales, porque sí, algo nos debió quedar cuando estuvimos dentro de ella, cuando nos recogió y su mirada y su tacto nos devolvió a nuestro cuerpo y a nuestra identidad. Pero fue tan poco... tan escaso... tan mísero ese contacto...
Y vienen las "50 Sombras de Grey", que no he leído, que no he visto (aún), pero de tantos comentarios en la red, veo que va de eso. Una chica poseída por el hombre... También le pasó así a Kim Bassinger en sus "nueve semanas y media". Y vaya tirón que tuvo el film, como tiene y va a tener éste de ahora. Y veo que se malentiende lo de pertenecer. Ser de otro, sentirse parte de él, no es ser su esclavo ni de su propiedad. Es algo que emerge de un sentimiento profundo de respeto y unión empática y amorosa fortísima. Nada que ver con la posesión enfermiza y dominio de uno sobre otro, en el que uno es sádico, el otro, masoquista. ¿Es esa la relación mantenida en la película de moda?. no lo sé, no la he visto.























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