viernes, 2 de septiembre de 2011

otra forma de volver



movimiento y expresión






Y como todo pasa y todo llega, ya estamos en septiembre, y aquí, en nuestra cultura, y como se encarga de recalcarlo la mar de bien Ikea en sus anuncios, empieza un nuevo curso, que es lo mismo que decir un año nuevo.



Se ha hecho un paréntesís, más o menos la población ha podido hacer un cierto parón en sus actividades. Quien más quien menos hemos disfrutado de unos días de descanso, hemos podido seguir unos ritmos más pausados en el día a día, hemos podido contactar con la naturaleza, ya sea campo o playa... más bien playa que campo en estos días estivales, y, en fin, incluso los que se han quedado en las ciudades han podido pasear por el asfalto en condiciones mucho más agradables que el resto del año.



Y ahora, la vuelta... y se empiezan a oir quejas y malas ganas en la gente que retoma unos trabajos que no les gustan, que retoma unas rutinas que no les satiafacen, que añora los días de felicidad, engañosa tal vez, que pasaron volando. ¿Por qué?



Yo me pregunto qué debió pasar, cuándo fue que se dejó de perder la ilusión por un nuevo curso, qué pasó en la historia de cada uno de nosotros que nos llevó a la resignación de "esto es lo que hay". Algo debió suceder que desvió a casi todos de sus ilusiones y sus pasiones para llevarnos por el camino de grises empleados (y gracias si hay trabajo, tal como están las cosas, ¿verdad?).



Y volvemos... pero es que, también es verdad que si la vida es una, es la que es, y si hemos podido descubrirla mejor estos días, si hemos podido tener el tiempo y el lujo de ver amaneceres o atardeceres, si hemos podido contemplar las estrellas, si hemos olido, visto, sentido en la piel el vibrar de lo vivo... es lástima que no lo registremos y que queramos relegarlo al olvido. Me apetece invitaros a volver de otro modo, no con la resignación, sí con las agallas y el contacto con la fuerza que hemos podido recuperar, aunque sea un poco.



Así, de esta manera, buscaremos, seguiremos con la inquietud de buscar una mejor vida, como hacen unos pocos, privilegiados. Y no por tener más dinero ni más recursos, privilegiados porque no se conforman, porque no se resignan a la vida gris de una oficina ni a un trabajo que no les satisfaga. Busquemos, os invito a volver con la actitud de búsqueda, estemos donde estemos, nos pille donde nos pille. Volvamos así, moviéndonos, buscando para cambiar y dar vida a nuestra vida. Se puede.



Septiembre, nuevo curso, año nuevo... ¡buena entrada!







No hay comentarios: