lunes, 9 de abril de 2012

acerca del contacto y el masaje en bebés

NOTA: estos apuntes que comparto proceden de mi experiencia en la casa de naixements Migjorn. En concreto, de mi asistencia a los grupos de crianza de Juliana Martinez Vieira, mi maestra en este tema y con la que comparto formación en la Es.Te.R.

¿Para qué sirve el masaje en los bebés? Son tantas las indicaciones... con él reforzamos el  contacto y  la comunicación, ayudamos a aflojar los músculos y relajar, estimulamos la sensorialidad, vamos ayudando a madurar los órganos internos, distendemos el diafragma...


El masaje, en definitiva, además de calmar, libera tensiones y emociones, que se "atascan" en el cuerpo. Los bebés son su cuerpo, tocándolos les devuelves la percepción de sí mismos. Al ser tocados, los pequeños se ubican en el mundo, ya que no tienen todavía abstracción.

Sin hablar de una técnica en concreto, sí señalamos desde aquí:

- ir de arriba a abajo (cefalo-caudal)
- del centro hacia afuera

Es muy importante la comunicación desde el interior, si es algo mecánico no llega, o, mejor dicho, llega de forma muy desagradable. Por tanto, si es la madre la que va a masajear, ha de dejarse sentir cómo está, qué va a transmitir con sus manos. Puede percibirse que no es el momento adecuado y se puede aplazar para otra ocasión mejor. La madre ha de estar descansada, para dar hay que tener, si no, imposible.

Puntos a destacar: alrededor de los ojos, alrededor de la boca, las vértebras del cuello, el diafragma y el plexo solar.









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