lunes, 25 de abril de 2011




LA DANZA COMO MOVIMIENTO VIVO
BENEFICIOS DE LA DANZA Y LA EXPRESIÓN CORPORAL EN LA ADOLESCENCIA



Aquí dejo un breve artículo, unas notas, que preparé para una amiga, profesora de danza, amante del baile. Se había encontrado en situaciones en que los padres querían desapuntar a sus hijos de sus clases de danza por malas notas, mal comportamiento en casa... Lo sentía profundamente, no era la solución, no es el camino. Así lo veo yo también y se me ocurrió plasmar esto que sigue.
Si no basta con ver lo felices que son los chicos y chicas cuando se les deja ser ellos, cuando se mueven en libertad, cuando expresan bailando, aqui hay más argumentos...

Sobre la danza y el movimiento


María Dolores de Miguel, profesora de artes plásticas y especialista en arteterapia, en un artículo suyo en la revista “Creatividad, arte, arteterapia” nos habla de la danza: El hombre danza desde que existe, se dice que el baile es el primer arte del ser humano, antes incluso que las palabras. Gracias al movimiento nos socializamos, “vamos hacia”. El movimiento nace como impulso hacia fuera, desde que nacemos, e incluso en el vientre materno, iniciamos un proceso de comunicación con el entorno y con nosotros mismos a partir del movimiento. El feto se estira en las entrañas de la madre y recibe de ésta su respuesta de aceptación, de profundo amor, se inicia la danza de la vida.

El movimiento va profundamente ligado al ritmo y éste es la base de la danza. La danza es movimiento creativo. A partir de músicas que escucha, de canciones que le cantan, un niño de cerca de un año ya puede iniciar sus primeros bailes de forma totalmente espontánea. Son movimientos placenteros, el movimiento por el gusto del movimiento. Se llega a producir integración psíquica, emocional y relacional del individuo.

Antes de alcanzar un “yo” psíquico tenemos un “yo” biológico, una identidad corporal. En ella el movimiento es primordial. Tal como dice Edgar Allan Poela: “todo movimiento, cualquiera que sea su causa, es creador”. María Montero-Ríos, de la Escuela Reichiana, expresa: “el Yo primero es cuerpo... la primera integración que tenemos que hacer es la propia, y se cimentará en el hecho de sentir el cuerpo entero, de identificar la totalidad que somos”. La danza ayuda a ello. Nuestros dos primeros años conforman el período llamado sensoriomotor, base de nuestra estructura somatopsíquica posterior. A partir de los dos años, con el desarrollo del córtex cerebral, entramos en la etapa cognitiva, podemos razonar y abstraer. Una buena base corporal nos va a permitir hacerlo.

La danza, como arte del movimiento corporal, nos ayuda a contactar mejor con nuestro cuerpo, que es la estructura en la que anidan las emociones y la historia de nuestros sentimientos. Cuerpo y mente son dos caras de la misma moneda.

· Adolescencia como vuelta al protagonismo de lo corporal

“mi cuerpo ya no es el mismo, yo no soy yo mismo, y tú tampoco. Al niño que fui no lo encuentro...”. María Montero-Ríos en “Saltando las olas”

Vuelve a predominar lo biológico en la adolescencia, como pasaba en nuestros primeros años. El cuerpo se presenta como un desconocido que nos va dando sorpresas día tras día y al que no controlamos. Si ha habido un precario equilibrio puede que se llegue a desestabilizar con facilidad.

Indicadores sociales actuales que entorpecen una buena etapa de adolescencia:
- sociedad muy sedentaria
- mucha importancia a los estudios, a los aspectos cognitivos, procesos corticales frente a los sentimientos e instintos (cerebro reptiliano y límibico)
- auge de las nuevas tecnologías, era digital, que crea incomunicación y “secuestra las conciencias”
- pocos espacios para expresar sentimientos, carencias y conflictos que se tienden a tapar...

Como dice María Montero-Ríos: en la adolescencia... “los andamios de la identidad están en reformas”

La danza y la expresión corporal en la adolescencia

· Puede verse como un diálogo con el cuerpo y con los demás.
· La danza como mediador para expresar conflictos y energetizar el cuerpo.
· Ayuda a desbloquear segmentos corporales
· Ayuda a reorganizar la psicomotricidad aprovechando la nueva distribución energética del cuerpo.
· Ayuda en el proceso de manejo de los límites, que son difusos en la adolescencia
· Ayuda a reelaborar el esquema corporal, ayuda a contactar con el cuerpo, a reconocerlo, a amigarse con él y experimentar con sus nuevas posibilidades
· Ofrece seguridad, confianza, capacidad creativa
· Permite trabajar la estabilidad interna
· Trabaja la relación con el otro desde la coordinación y no la competencia

De Ola Raknes: “el libre metabolismo energético del organismo es un pre-requisito determinante para la salud, y la libre pulsación biológica su confirmación...” de María Montero-Ríos: “ el placer es necesario para la salud. Al hablar de placer entramos en el terreno de lo que me hace sentir a gusto, me expande, me satisface. Placer es una palabra de las grandes... Estar satisfechos nos hace estar en paz con nosotros mismos, alegres y radiantes; es pues uno de los mejores antídotos contra la violencia destructiva...”

domingo, 10 de abril de 2011

¿infancia y sexo?


movimiento y expresión


Quizás debí decir erotismo, ¿suena tal vez mejor?. Quiero con esta breve pincelada llamar la atención de algo muy importante en la vida de los pequeños, de cualquier edad. Y quiero hacerlo porque veo que las cosas se estan confundiendo y desviando. Damos demasiada importancia a lo que no la tiene y olvidamos o quizás obviamos, o borramos, lo que sí tiene que ser tenido muy en cuenta.


No me invento nada nuevo, ya se atrevió Freud en su época a advertir que la sexualidad no es algo que irrumpe de mayor, desde la nada. Sería como decir que la vida no aparece hasta que somos adultos, que el placer aparece de repente en nuestra mayoría de edad, que antes estábamos en el limbo... En el limbo nos hacen estar, pero no por gusto. al limbo entramos porque no tenemos más remedio, pero lo hacemos desde la renuncia a la vitalidad, a la apetencia... Una renuncia que pudo darse a los tres años, a los cuatro... una renuncia en pos de "la cultura". Y nos olvidamos de que un día quisimos disfrutar a tope, de la forma más natural. ¿Resuena en vosotros algo de ésto?


Quiero volver a llamar la atención acerca del placer. De la vida que pulsa en un recién nacido, del erotismo que rezuma en cada movimiento. Erotismo, de Eros, lo contrario de Thanatos (muerte). Si como adultos nos sentimos mal utilizando estos términos (que no tendríamos por qué), podemos utilizar otra palabra para entendernos: VIDA.


Y la vida hace que vayamos cargando de energía nuestros segmentos corporales. Y de los ojos, desde el placer de mirar, pasemos a la boca, con el placer de chupar, succionar, alimentarse, notando una profunda satisfacción... ¡cómo va a ser igual mamar la teta que el biberón!, ¿que es lo mismo besar la persona que quieres que besar a un muñeco?. Claro, luego está la compensación... pero no, lo mismo no es.


Y así, los brazos, las manos, la piel, el cuerpo entero, hasta llegar a la pelvis... y a los tres años se empieza a explorar al otro sexo, y hasta ahora (parece que ya no hay forma), se jugaba a médicos y los niños y niñas disfrutaban descubriéndose. Cuidado, "adultos", como tratéis estas curiosidades inocentes e incipientes en vuestros hijos, porque de ello depende su sexualidad adulta. Mucho cuidado, porque arrastramos tanta carga moral en todo este tema que es muy fácil ensuciar lo que en principio es bello, necesario y saludable. Y ahí empieza el conflicto, los líosy las contradicciones... pero era bello, necesario y saludable, era, es, la vida. Mucho cuidado...